lunes, 18 de marzo de 2024

Sin señalar

Siempre me ha sorprendido el misterio del dedo acusador. Cuando me lo explicaron los mayores y cuando lo había entendido bien. Cada vez que señalamos a alguien con un dedo, acompañando nuestro señalamiento con algún juicio o incluso alguna condena, con tres dedos doblados nos estamos señalando a nosotros mismos. Así la exigencia hacia otra persona se triplica hacia nosotros. Puede ser que si lo entendamos de un vez por todas, señalaremos menos o aún mejor dejaremos de señalar y seremos exigentes con nosotros antes de serlo con los demás.

Feliz lunes sin señalamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario