En su pequeño mundo no cabía algo tan
grande como generosidad. Se pasaba la vida haciendo cálculos,
presupuestos y cortes de caja. Administrando bien sus recursos ha
llegado a tener un buen nivel de vida con todas sus comodidades y
todas sus soledades. Una fiesta con amigos o una pequeña escapada en
algún hermoso lugar le parecía un despilfarro una irresponsabilidad
financiera que podría traer como consecuencia el retraso en la
compre de alguna cosa. No alcanzaba a ver que la falta de estos
momentos juntos lo puede llevar a la pérdida de unos cuantos amigos,
que se cansarán de seguir invitando sin tener una respuesta. Abre tu
mundo a la generosidad y te responderá con lo mismo. Se prudente en
los gastos, cuida la economía pero que ella no te aleje de la gente.
La fiesta de un encuentro puede tener gastos pero no tiene precio,
así como la vida y la amistad, el amor.
Feliz domingo de generosidad.
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