Son dos nos acompañan toda la vida. Al parecer todo
pasa por ellos. Entre muchas cosas se ocupan de purificar nuestra sangre. Nadie
se ocupa de ellos hasta el día que empiezan a recordar su existencia con algún
dolor que es capaz de doblar hasta los más fuertes. En diciembre de 2001 uno
después de
una ecografía la primera vez escuche el nombre “poliquistosis”. En
los dos riñones y en el hígado aparecieron quistes que no hicieron otra cosa
que crecer en todos estos años. Hoy han llegado a tamaño considerable, apenas
caben en mi cuerpo. La enfermedad poliquistica renal y hepática es considerada
como enfermedad “huérfana” lo que quiere decir que aun no tiene tratamiento.
Lleva a perdida de la función renal y trastornos en funcionamiento de hígado.
Por la misma causa en un tiempo indefinido lleva a la necesidad de tratamiento
sustitutivo como diálisis y trasplante. En la foto que acompaña estas palabras
les presento a mis riñones. Foto no es actual, tiene 3 años ahora son más
lindos. Lo hago no para que me recuerden como enfermo. Digo que no soy enfermo
sino que tengo problemas de la salud. Lo hago para que entiendan la importancia
de la donación de órganos. Uno de los problemas que acompaña este proceso es el
dolor y ya saben cómo están nuestros cominos por San Pedro. Feliz de poder
estar con ustedes agradecido porque entendieron mis limitaciones, emocionado
por tanto cariño recibido. Ahora viene la nueva etapa de cuidar más los
riñones. Gracias de corazón.
Feliz martes de conocimiento.


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