martes, 9 de mayo de 2017

Tiempo especial

Aun le quedaba una parte de su vida sin haberla vivido, ni planeado nada. Esta parte la dejaba como una reserva para posibles sorpresas. El resto solía estar ocupado por sus deberes, responsabilidades, cumpliendo con sus diferentes roles dentro de la familia y la sociedad. Cuidaba celosamente este tiempo y espacio, que trataba de tener si no cada día por lo menos cada semana. No era tiempo muerto de aburrimiento, sino un espacio en el que todo es posible por voluntad por ganas de hacerlo, y no por necesidad o por obligación. Tampoco era el tiempo de descanso o tiempo de hacer los trabajos pendientes. Este tiempo era como un colchón que amortigua los impactos de la vida diaria de tantas prisas y tensiones vinculadas al trabajo, a las relaciones interpersonales. Un tiempo de encuentro entre nuestro “yo” y nuestras necesidades, sentimientos, anhelos, alegrías y tristezas. Un encuentro que aseguraba mejor autoconocimiento y mejor claridad en ver las relaciones y conexiones entre los diferentes aspectos de la vida. Busca y cuida este tiempo para ti y contigo.

Feliz martes de tiempo especial.

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