domingo, 18 de diciembre de 2016

Ociosidad productiva

Él decía que andaba ocupado. No mentía, trabajaba mucho tal vez demasiado, pero ese no era el principal problema. Había otra cosa más preocupante y con graves consecuencias para la familia. Lo que ocupaba sus manos ocupaba su corazón. Manos ocupadas corazón esclavizado. No le quedaba ni tiempo ni ternura para ofrecerles a sus familiares algunos momentos compartidos, sin prisas, sin cálculos sobre las posibles ganancias o pérdidas. Nos obsesionamos demasiado por hacer las cosas con la intención de producir, generar, avanzar. Por el camino se nos olvida la importancia de un simple estar. Existe un ociosidad que es sumamente productiva, no en valores económicos que podemos cuantificar, sino en vivencias fundamentales que hacen que somos personas, pareja, familia. Cosas que solamente podemos gozar y sentir. Algo que forma parte de nuestra vida y que nunca se podrá comprar ni con todo el dinero del mundo.

Feliz domingo de ocio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario