Eran tantas las cosas que podía hacer en esta etapa de su vida
que no se decidía por ninguna de ellas. El miedo de equivocarse la
paralizaba e impedía dar el primer paso. Parecía que el futuro se
escondía como un regalo bien envuelto que esperaba ser descubierto
en esta navidad. Estaba en lo profundo como una gota de néctar que
podría ser alcanzada solo por los más persistentes y a la vez los
más valientes. El futuro hay que extraerlo con mucho cuidado de la
flor del tiempo que trae siempre nuevos frutos. No te quedes
satisfecha con lo que está al alcance de tu mano, busca lo que está
más allá de lo fácil y común. No temas equivocarte en el camino
de la vida que es el camino de un verdadero aprendizaje.
Feliz jueves de ir al fondo.

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