Tenía una tremenda capacidad de crear
ideas, diseñar proyectos. Una creatividad que asombraba a
cualquiera. A donde llegaba enseguida veía todo el potencial del
lugar todas las posibilidades que tenía en sí. Daba gusto
escucharle y ver como proyectaba las cosas, pero había un pequeño
detalle, le faltaba la perseverancia para llegar a la realización.
No daba ni primero paso para realizar lo que proponía o se quedaba a
medio camino, ocupado en otras ideas igual de brillantes. Unir los
proyectos a la realización significa transformación, si no se llega
a esta unión solo aparece frustración. La sensación de oportunidad
perdida es capaz de bajonear y desanimar a muchos. La diferencia
marca el paso dado hacia la realización, con pasibles paradas,
correcciones y ajustes de rumbo, pero siempre siguiendo en la
dirección tomada. Así se llega a la transformación, a la plenitud.
Feliz miércoles de realización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario