No sabía mucho del arte pero llego a
apreciar la capacidad que tenían algunos en mezclar y combinar los
colores, armonizar los sonidos creando melodías y moviendo sus
cuerpos en una danza que parecía ser la forma natural de sus
movimientos. El observar las pinturas, escuchar hermosas melodías y
ver bellas danzas provocaba en ella anhelos. Tenía la impresión que
en su vida no había ni tanta fluidez, ni tanta armonía, ni tanta
variedad. Le faltaba este toque mágico que en algunas ocasiones le
ponía piel de gallina y la estremecía hasta las lágrimas. No es
que su vida carecía de momentos especiales, únicos o hasta
sublimes, sino que no se detenía para contemplarlos a tiempo. Pocas
veces se quedaba pensando en lo que está viviendo, más bien su
mente se adelantaba pensando en lo que tiene que hacer y lo que le
tocará vivir. Por culpa de esta constante tensión perdemos mucho de
la belleza fugaz encerrada en nuestra vida. Trata de ver sentir
contemplar lo que vives ahora, descubrirás mucho más de lo que
parece a la primera vista, no corras tanto hacia el futuro porque lo
que tiene que venir, solito vendrá.
Feliz jueves de atención a nuestro
“ahora”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario