Muchas eran las palabras y muchos los
silencios que han sembrado entre ellos. Con el tiempo han crecido
algunos compromisos, algunos acuerdos y discusiones, pero a su lado
unos reproches y miradas que incomodaban. Si cosechaban unos tenían
que cosechar otros no existía la posibilidad de la separación. Como
era de esperar solían culparse unos a otros, tanto por palabras que
incomodaban, como de silencios que absorbían muchas palabras que
eran precisas y necesarias, pero nadie se tomaba la molestia de
decirlas. Trata de hacerte cargo de tus palabras y de tus silencios.
Cuando ves que algunos de ellos desequilibran la relación busca
formas de comunicárselo a las personas implicadas. No esperes que
ellas se den cuenta o que pongan los remedios para algo por lo que tú
también eres responsable.
Feliz jueves de aplicación de remedios.

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