Ha tenido muchas dudas cuántos de los sentimientos
que le expresaban eran verdaderos, bien sentidos, comprobados, reflexionados, y
cuántos de ellos eran juicios y prejuicios causados por circunstancias
puntuales que a veces despertaban tanta rabia, tanto enojo. Parece que con los
sentimientos pasa lo mismo que con el agua del rio. En el fondo en lo profundo
el agua fluye mansa y calma en la superficie se vuelve brava aparecen olas y
remolinos. Arrastran todo lo que encuentran en su camino. Todo forma parte del
mismo rio, de la misma agua. Lo que vemos muchas veces es lo que está por fuera
y no lo que está en el fondo. Por eso reaccionamos y creamos una imagen no de
todo completa y por lo mismo no de todo cierta. El amor, el aprecio, la
preocupación con frecuencia quedan el lo profundo de una persona. Lógicamente
tienen que verse por fuera pero pueden estar opacados por cosas
circunstanciales que pasan y se calman como las aguas revueltas. Date tiempo de
mirar y conocer un poco el fondo de una persona no te quedes solo en la
superficie.
Feliz jueves de mirar afondo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario