jueves, 8 de octubre de 2020

Con tacto

Seguramente existe una tenue línea entre la insistencia y la pesadez. Somos insistentes cuando queremos abrir caminos y puertas. Nos volvemos pesados cuando nos obsesionamos y entramos en la vida de las personas sin haber sido invitados. Claro que cuando se trata de ayudar lo tenemos que hacer a tiempo y destiempo, pero no siempre según nuestro parecer y en nuestro tiempo. Hay que respetar los tiempos de otros, ser atentos a sus sentimientos, respetar y no pisotear. Saber que para todo hay un momento. Demasiada insistencia y presión al final tiene efecto contrario en vez de abrir provoca el cierre total y perdemos toda la comunicación todo el acceso. Trata de ser cuidadoso con los que rodean y necesitan. No les asfixies con tu disponibilidad.

Feliz jueves de buen tacto.

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