lunes, 21 de junio de 2021

Sin juicios

Disparaba palabras como arpones casi siempre clavando en su objetivo. No le importaba mucho si lastimaba dejando heridas superficiales o profundas. Años de práctica la convirtieron en maestra. Siempre oteando el horizonte para ver a quien tirar algún juicio, alguna acusación, un comentario. Su dedo se dirigía en dirección de los que iban a ser sentenciados. Se olvidaba que cuando el dedo acusador se dirigía a una persona los otros tres dedos la señalaban a ella, pues no quedaba libre ni de las manchas ni de los pecados que veía en otros. Lo suyo muchas veces superaba lo de los demás con creces. No nos convirtamos en jueces, que nuestras palabras no sean como un arpón que se clava en personas que no nos pidieron nuestras opiniones. La vida da mil vueltas y nunca sabemos que nos va a pasar y ayuda de quién vamos a necesitar. Así como hemos tratado un día nos van a tratar. Lo que hemos dicho sobre los demás lo podrán decir sobre nosotros y eso duele, como les dolió a ellos un día.

Feliz lunes sin juicios.

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