No
se trata de mucha cosa. A veces solo de la elección, de la decisión
firme de lo qué vas a hacer con lo que tienes. Es que las mismas
cosas se pueden emplear de diferentes maneras con diferentes
objetivos. Nosotros decidimos en la última instancia que haremos y
por qué lo haremos. Se puede usar los brazos para abrazar y
bendecir, se puede usar los dedos para señalar y condenar. Se
extiende la mano para dar la bienvenida para levantar y apoyar o se
cierra el puño para golpear. Tan solo unos pocos ejemplos de la
realidad diaria de los que tenemos movilidad en nuestras extremidades
y los que decidimos en que las vamos a emplear. Piensa bien y actúa,
la responsabilidad es siempre tuya.
Feliz
domingo de abrazar y bendecir.
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