Sin perderse

En un viaje se ha perdido en esta ciudad grande y desconocida. Era la mala interpretación del mapa y de las indicaciones del navegador en su teléfono. Tardó bastante en ubicarse orientarse de nuevo. Solo sabiendo en dónde estaba y a dónde quería ir le permitía avanzar. Así que mejor paremos para saber en dónde estamos, que no siempre coincide con el sitio en el que según nuestros cálculos erróneos pensamos que estamos. Eso de perderse a veces trae un cola, una larga historia, porque muchas veces nos perdemos no solo cuando no sabemos en dónde estamos o cuando no llegamos a dónde quisimos estar, sino mucho antes. Cuando decidimos mal, cuando hacemos mal los planes, olvidamos los detalles. Uno se puede perder en su camino, en su trabajo, en sus relaciones, hasta en el amor. Por eso es tan importante parar y pensar antes de seguir adelante o dar marcha atrás. Y de vez en cuando pararse y asegurarse si estamos en el lugar adecuado y si es necesario corregir el rumbo. No tengas prisa, ubícate y luego sigue.

Feliz martes sin perderse.