Buscar sabiendo

 No llegaba a encontrar a pesar de haber buscado tanto. No porque no existía o porque era difícil de encontrar, sino porque no hizo esfuerzo de nombrar y definir cuál era su tesoro. Cuando se busca cosas generales no se encuentra las cosas pequeñas y únicas. Si uno busca bosque encontrara muchos bosques, pero ¿cuál de ellos será el bosque buscado? Para saber eso hay que ver los árboles. Su unicidad individualidad forma parte de su valor su belleza y encanto. Trata de definir en tu vida lo que buscas, defiendo lo encontrado. Sé preciso, no te engañes, porque nadie más sufrirá sino tú.  

Feliz martes de búsqueda.

Por encima de

Las piedras normalmente están en el suelo. Podemos tropezar con ellas. Solo la imaginación la grandeza del ser humano es capaz de hacer que las piedras pueden estar volando suspendidas en el aire como en el Acueducto de Segovia. Todo un prodigio y ejemplo de la genialidad y de la grandeza de nuestros antepasados. Podrían sentarse y lamentarse, maldiciendo su mala suerte por la distancia a las fuentes de agua. No lo hicieron. Prepararon el camino para que el agua puede fluir libremente a la ciudad. Encimando las piedras, suspendiéndolas en el aire, en esta prodigiosa construcción. Así también tú puedes superar tus problemas. A veces hay que construir puentes para pasar por encima de los obstáculos.

Feliz lunes de superación.

Parar y mirar

Tenía tanta prisa, que no veía nada a su lado ni muchísimo menos de lo que dejaba atrás. Pensaba que en su vida competitiva el éxito siempre está por delante. No se le ocurría que tal vez lo estaba pisando porque se encontraba en este lugar que poco tenía de ser espectacular y todo tenía de ser importante, pero él no se daba cuenta. Pues siempre es importante lugar en donde está una persona o en donde se encuentran dos personas, porque para ella o para ellas, ese es el centro de su mundo y ahí, y no en otro lugar, está transcurriendo su vida. Es necesario parar y mirar lo que tenemos a nuestro lado detrás de nosotros y debajo de nuestros pies para ver en donde realmente estamos y cuantas cosas podemos aprovechar admirar y disfrutar de ellas, porque por encima de nosotros siempre está el cielo con todo lo que significa y simboliza.

Feliz sábado de parar y mirar.

Indiferencia

Era tan fría que su presencia se sentía a distancia. Totalmente opaca sin ningún brillo. A veces trataba de disimular supuesta atención en algo que la absorbía totalmente, pero no lo conseguía de todo, siempre algo la dilataba… Una forma de mirar, las palabras tan redondas que rebotaban de todo y de todos y esa fingida dulzura que daba nauseas. Incapaz de impresionar, hacerse notar de otra forma, influir en algo. Así era la indiferencia. Capaz de ahogar en silencio, dejar morir de a poco, abandonar al necesitado, permitir una lenta e irreversible destrucción. Buscaba la forma de hacerse pasar como realismo, como pragmatismo, pero no lo era… lo que si era, la fría y cruel indiferencia, que se puede meter en todos los espacios todas las instituciones y relaciones. Cuidado con ella.

Feliz sábado sin indiferencia.

El sabor del perdón

Tenía tantos motivos para no perdonar que a nadie le debía explicaciones. Sin embargo sentía que detrás del perdón existía la paz, algo que ella no tenía desde hace mucho tiempo. Claro cada vez que pensaba en eso la atacaban argumentos en contra. No es que fuese ten orgullosa, pero todo tiene sus límites y con ella se han pasado muchos pueblos. No estaba dispuesta de reconocerlo, pero la falta de perdón amargaba y dolía. Era como la gota de veneno, que se añadía a cada plato, cada bebida, cada conversación y encuentro. Daba muchas vueltas al asunto, se mareaba de tanta vuelta. Si no perdonaba no ganaba nada, ni tampoco perdía más, todo ya fue hecho. Si perdonaba, había una vuelta a la página, un nuevo comienzo sin amargura. Al final tomó la decisión d arriesgarse y no se equivocó. La paz era mejor que seguir guardando el veneno de rencor que goteaba y afectaba a todo.

Feliz jueves de perdón.

 

Exclusividad

Cada vez era más difícil encontrar alguien que te mire los ojos. Alguien que por un buen rato se quede quieto sin mover inconscientemente las manos en la búsqueda de su pantalla. Alguien que a pesar de muchas cosas que tiene que hacer, es capaz dejar todo y prestarte atención. Que está dispuesto estar en un lugar contigo, solamente contigo, sin otros distractores, que restan la importancia a tus palabras y a tus silencios. Que a pesar que tiene cosas importantes de atender, para él o para ella, no hay nada más importante, que este momento y esta persona, que tiene enfrente. Así que valora si tuviste suerte de encontrar, busca si aún no encontraste, exige si siente que si es pero no de todo.

Feliz martes de exclusividad.

Abrir la ventana

Se abre una nueva semana como una ventana a la vida. Abrir la ventana es un primer paso de que la vida y frescor enteren en nuestra realidad. No te quedes mirando solo por la ventana, no eres u mero espectador. A ti también te toca actuar. No importa si estás de vacaciones o trabajando, siempre tienes cosas en las que debes hacerte presente con todo tu ser, no solo tu cuerpo. Da atención y corazón a las cosas que haces solo en familia o en un grupo de amigos. Trae el frescor de la nueva semana de un nuevo día. Sabemos que el paisaje desde nuestra ventana cambia cada día con sus diferentes matices de colores y otros cambios y eso trae nuevas energías nuevas ideas.

Feliz lunes de mirar por la ventana.

Un poco más de atención

No tenía más pretensiones que compartir unas cuantas impresiones que dejaba en el este caminar por la vida. Experto en nada, solamente un que trata ver sentir y librarse de constantes comparaciones. A veces no podemos disfrutar de una comida un sabor o de un lugar porque en vez de disfrutarlo todo el tiempo buscamos similitudes parecidos a lo ya bien conocido. Es cierto que se aprende comparando y relacionando las cosas, pero en algunos momentos de la vida simplemente hay que aceptar que algo es diferente, que es único. Hay tantas cosas que nos rodean que ignoramos, no les prestamos la atención que se merecen. Nos volvemos insensibles a la belleza escondida. Para disfrutar más aburrirse menos hay que abrir los ojos, los oídos, la cabeza y el corazón.

Feliz sábado de atención.

Vuelos y ciclos

Mirando a los voladores de Tamaletón, a los 4 danzantes que deben dar 13 vueltas cerrando un ciclo de 52 pensaba en nuestra vida. Uno a veces sueña de emprender el vuelo. Pocos son conscientes que los largos vuelos nunca se emprenden en solitario. Que los vuelos solo tienen sentido profundo cuando cierran un ciclo, cuando uno lo empieza y termina en el lugar de inicio. Eso nos lleva a poder evaluar lo que hicimos y vivimos, las ganancias y las pérdidas, reconociendo todos los peligros para poder evitarlos en la próxima ocasión. Sabemos que siempre en la vida vamos a encontrar a los que tuvieron un vuelo muy corto, apenas abrieron sus alas y despegaron a la eternidad, dejándonos dolor y sensación de vuelos perdidos que quisimos hacer con ellos. Otros tuvieron la suerte de volar mucho cerrando muchos ciclos acompañando a las diferentes generaciones. Volemos cerrando nuestros ciclos acompañados de los que nos quieren y a quienes nosotros queremos.

Feliz viernes de vuelos y ciclos.

Hablar sin tantas palabras

Cuando más se alejaba, más cerca lo tenía de su corazón. Su mirada grabada en sus ojos, llenaba de paz el espacio entre ellos. No había demasiadas palabras, para no impedir a escuchar la música del alma. Es que se conocían tanto que no solo se hablaban con palabras. Alguien que no les conocía lo suficiente podría pensar, que pasan el tiempo callados, justo cuando se estaban diciendo tanto. La cercanía de sus sombras ya decía mucho. Las miradas a los asientos preferidos, de cada uno, venían cargadas de significado. La vida explicaba todo lo que las palabras callaban. Solo los abuelos lo saben vivir, porque han caminado mucho siempre rimando sus pasos, a pesar de que cambiaban las circunstancias y muchas veces la vida se ponía cuesta arriba. Siempre juntos y nada más que decir.

Feliz jueves de hablar sin tantas palabras.

Cuidados y atenciones

No se puede saber si hicimos todo, siempre cuando nos tocaba cuidar o atender a alguien. Por una parte existe la buena convicción de que hicimos todo que estaba en nuestras manos. Que no descuidamos, que tratamos de atender, dimos nuestra fuerza, nuestro tiempo, talento y tesoro. ¿Pudimos hacer las cosas mejor? Desde luego siempre podemos hacer las cosas mejor, superando las dificultades grandes y pequeñas. Estar más concentrados, menos distraídos. Es bueno terminar el día cansado, sabiendo que en este día dimos todos, que siempre tenemos margen de confianza y de mejoría, que ningunos de los errores fue voluntario, que las imperfecciones no son frutos de nuestros descuidos, sino de nuestras limitaciones. Cánsate dando…

Feliz martes de cuidados y atenciones.

Despejar

Al iniciar un nuevo mes, pensaba como puede cambiar de ritmo. Es que últimamente todo se le escapaba de las manos. No sabía al principio cómo abrir los espacios en una agenda tan apretada. Tal vez debería empezar por revisar lo que realmente hace, lo que le ocupa el tiempo, lo que está ahí sin realmente convertirse en acción, siempre queda en el mundo de las posibilidades. Decían los sabios que todos necesitamos una escuela para desaprender. Sacar de la cabeza lo que es inútil solo ocupa espacio no nos ayuda en nada. Eso nos daría la oportunidad de aprender lo valioso. Lo mismo deberíamos hacer con nuestras actividades. Revisar las útiles y necesarias y dejar las que no sirven para nada solo nos roban el tiempo valioso que no se puede comprar ni recuperar una vez gastado. Despeja tu mente tu agenda y date tiempo de calidad con los tuyos.

Feliz lunes de despejar.