Aniversarios

El 28 de mayo de hace 29 años, con tanta gente que ya se ha marchado a otro lado de la vida. Tantas cosas iban a suceder. Ni me imaginaba lo que podrá pasar, ni que va a pasar tan rápido. Vivía, trabajaba y estudiaba en España, me quedaba terminar la tesina. Ya sabía que no podré seguir trabajando con los drogodependientes que me mandaban a México a un pueblo de la Huasteca Potosina llamado Tanlajás. Un desafío y cumplimiento de un sueño. Empece en 1995, fue muy lento el proceso de aprendizaje de caminar, escuchar, hablar. Día tras día bebiendo del pozo de la sabiduría del pueblo. Y cuando después de años en 2002 todo parecía ir viento en popa, me obligaron marcharse. Me sentía como una botella desechable que se usa y se tira, dolía mucho. Ya sabía que los riñones están enfermos. Año de espera en España luego en Irlanda con la esperanza de regresar. Al final no fue posible y apareció la puerta abierta a Paraguay. En 2005 un desafío de empezar de nuevo, empezar de cero. Lo que conocía era la montaña la Sierra Madre y ahora vivía en planicie, entre enormes estancias. Aprender a encontrarse a pesar de las distancias, malos caminos, dificultades de idioma. Disfrutar de cada encuentro y cada pretexto, saborear los momentos compartidos, en la radio en las comunidades en la sombra, con mate con terere o con un rico mbaju. El 28 hace 6 años tuve que alejarme mi cuerpo dijo basta. Tuve que dejar las comunidades que me salvaron la vida cuando fui ingresado en Hospital Bautista de Asunción. Regresé a España que siempre tenía sabor a casa. Aranda de Duero en donde empezó todo y en Pedrezuela donde desde hace 5 años sigue el camino. Con muchas limitaciones pero con grandes ilusiones. Gracias a todos por su paciencia conmigo y por tantos y tantos encuentros que siguen posibles a pesar de la distancia y el tiempo.

Feliz domingo de Pentecostés y aniversarios.