No sabía hasta donde llega su fuerza. Todo el tiempo le recordaban hasta donde llegaban sus errores y que errores garrafales cometía. Acostumbrada a la negatividad y la visión distorsionada de sí misma, ni se fijaba en todo lo bueno que tenía. Ya se sabe que en la vida no solo se trata de hacer bien las cosas extraordinarias, lo más común es hacer extraordinarias las cosas sencillas y normales. Poner un poco más de luz y esperanza. Ver cosas bellas que existen. No enfocar toda nuestra atención en las cosas negativas y errores ya cometidos. Algunas cosas son irreversibles, hechas y deshechas, pero por delante todo está por hacer por construir, individualmente y en la comunidad. La fuerza que tenemos es grande pero poco de nosotros nos atrevimos ponerla a prueba, pensando que seguramente nos vamos a equivocar, hacer mal. Hagámoslo bien está en nuestras manos.
Feliz jueves de probar la bondad.
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