martes, 3 de diciembre de 2024

Midiendo cansancio

Había días que le llegaba el cansancio hasta los párpados, sentía un aturdimiento, un mareo. Los ojos cansados miraban sin ver, oía sin escuchar. Necesitaba descansar. No sabía cómo hacerlo, nunca la enseñaron cómo se descansa. No era suficiente acostarse y dormir más, aunque el sueño es muy importante, pues la parte natural de nuestro ciclo de vida que nos permite regenerar las fuerzas. No bastaba, si al despertar caía en las mismas redes de la ansiedad, de presiones, prisas y su eterna lista de los pendientes. Mirando siempre con angustia al futuro, pensando en lo que falta, nunca en lo que ya está hecho. Para descansar, hay que frenar, hay que valorar, discernir la importancia y la urgencia, ver lo que depende de nosotros, lo que está en nuestras manos y lo que depende de los demás. Buscar nuestro tiempo, el de paz, de calma, disfrutando de las cosas que nos gustan. Dejar a un lado lo que es productivo y urgente. Sabemos perfectamente que siempre hay más trabajo que vida, y nos desvivimos por el trabajo, perdiendo el resto de libertad. Descansa sabiamente. Si no sabes aprende.

Feliz martes de medir el cansancio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario