El
tiempo de confinamiento permitió a dedicar largos ratos a buenas
sesiones de lectura. Aquellos libros, que estaban aparcados en las
estanterías, esperando su turno, algún gesto que demuestre que no
cayeron en el olvido, empezaron a moverse. Daban vuelta en mis manos,
me acompañaban en sesiones de diálisis. Se encontraban con mis ojos
en diferentes lugares, a lo largo del tiempo de lectura. No solo
transportaban a lugares y tiempos, a veces remotos, acercaban a
historias, personajes y conocimientos, también invitan a la lectura
de un libro mucho más grande, muy accesible, abierto frente a
nuestros ojos. El mundo – el libro de la vida – de nuestra
historia de vida, no siempre nos damos tiempo para leerlo, hay
demasiadas historias que nos distraen. El libro no leído no enseña
nada, solo ocupa lugar, a veces incluso pesa, se puede tener
sensación que estorba, que solo recoge el polvo. Solo abriendo el
libro abrimos nuestra mente, nuestro corazón. Abriendo el libro de
la vida, nos abrimos a la vida misma y al amor presente en ella,
descubriendo los invisibles hilos que nos unen a las personas, que
unen los diferentes hechos, que a veces parecen totalmente separados.
Trata de leer más el libro de la vida, hay muchas enseñanzas en él.
Se agradecido por lo que tienes delante de tus ojos, y por todas las
personas que pasaron por sus páginas dejando huellas.
#yomequedoencasa
#quedateencasa
#epytanderogape
#KitJilkonTaKima
#stayathome
#zostanwdomu
#restealamaison
Feliz
viernes de leer el libro de la vida.
Feliz
Día de la Madre en Paraguay.

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