Todos
hemos pasado por esta gran escuela, o para algunos tal vez un curso
acelerado de extrañar, de echar de menos. Es obvio que echamos de
menos, extrañamos a las personas con las que solíamos compartir
mucho, la falta de libertad de encuentro nos lastima a todos, deja
unas huellas profundas. Ya sabemos perfectamente, que queremos hacer,
con quien queremos encontrarnos, y en que lugar. Eso nos daría una
mínima sensación de normalidad, sobre todos si en este grupo no
falta nadie. Extrañamos, echamos de menos a los lugares, los que
recorríamos durante nuestros viajes y paseos. Algunos más cerca
casi a alcance de la mano, otros mucho más lejos. Volver a ellos
sería como volver a casa recuperar parte de nuestra vida que abre
sus alas que se ensancha cuando estamos en lugares amados. Ahí
podemos sentir que vivimos plenamente. Extrañamos, echamos de menos,
relacionarnos con las personas en los lugares, pues todos vivimos en
tiempo y espacio, durante estos días de confinamiento nuestro
espacio se ha achicado mucho lo que no ha dejado lugar para la
sorpresa lo imprevisto lo maravilloso. En un pequeño espacio solo
cabe la rutina. Ojalá aprendamos esta lección de echar de menos de
extrañar y valoremos mucho a cada persona, cada lugar y cada cosa
que lleva nuestra vida a la novedad de cada día, de cada camino, de
cada encuentro. Siempre tenemos algo nuevo que descubrir.
#yomequedoencasa
#quedateencasa
#epytanderogape
#KitJilkonTaKima
#stayathome
#zostanwdomu
#restealamaison
Feliz
sábado de aprender la lección.

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