No siempre se puede elegir lo que vamos a ver, pero si elegimos lo
que vamos a mirar. Mirar para conocer, para descubrir, profundizar.
Nuestros ojos así como nuestros oídos hoy se pueden envenenar o si
no anestesiar. La anestesia provoca que perdemos la capacidad de
asombro y de la sorpresa. Lo que empobrece nuestra vida y nos quita
ilusiones. Para mirar bien es necesario detenerse, no correr movidos
por mil fuerzas corriendo detrás de los innumerables pendientes. La
parada es una inversión en el conocimiento. Es como la preparación
de un equipaje antes de emprender una aventura. Líbrate de la
ansiedad de las prisas por un momento y mira para ver lo que te rodea
lo que te gusta y atrae, lo que te interesa. Desecha lo que te
envenena. Que tu día se llene de descubrimientos.
Feliz
jueves de mirar.
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