Elena llevaba en su mirada
aquellas chispas que parecen rayos del sol que se había apoderado de
su infancia dejando en ella las huellas que iban a perdurar durante
toda su vida. La vida la ha llevado por muchas sombras, pero aquella
luz siempre la ha acompañado. Hoy en otro lugar con otra luz ha
recuperado la de siempre, la que ha visto todos sus momentos
maravillosos y todos los momentos difíciles. Esta chispa, esta luz,
se han convertido en su esencia, a veces hasta en su tarjeta de
presentación. Así que muchas veces sin querer irradia esta luz,
esta chispa hace que la reflejen los ojos de los que entran en
contacto con ella. Puede ser que desconcertados y sorprendidos
viviendo demasiado tiempo entre las sombras. Cuida tu luz y tu chispa
irrádiala y refleja la que te ofrecen los demás.
Feliz lunes de luz y chispas.
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