Lunes empuja una nueva semana, en mi cabeza no puedo dejar de contar que justo es un año y medio desde que partió Mamá Sofía, y que hace un año fue la última semana con Papá Conrado, antes de su partida. Toda una escuela de valorar de extrañar de vivir la presencia en todos los lugares en todos los viajes. Nunca un café solo o compartido tuvo tanta importancia para mí y tanto sabor, que supera al de líquido delicioso y se extiende a la compañía, a los amigos, a los familiares, que a esta hora quieren pensar en los suyos. Se pueden suspender posponer muchas cosas pero siempre hay que buscar lugar espacio para este tiempo sagrado que nos une con ellos, con tantas generaciones de antepasados. Eso también es oración y eucaristía para los que la quieren entender. Es que las personas que ya partieron y las que nos acompañan siempre serán las más importantes.
Feliz lunes de memoria y tiempo sagrado.

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