sábado, 9 de noviembre de 2024

Dar y recibir

Se quejaba mucho y se le notaba que estaba muy molesto. Una vez más han llegado a pedir ayuda. Siempre ayudaba pero todo tiene sus límites, a él nadie le ayudaba. Eso repetía una y otra vez para justificar su mal humor y sus respuestas cortantes. Hasta que caído en la cama empezó a recibir llamadas mensajes y visitas, de los que un día han recibido su atención. Eso le ayuda cambiar la perspectiva, ya no se quejaba tanto que le piden, más bien se concentraba en ver lo que puede dar. Sus manos vacía, sus brazos fuertes eran suficientes para dar un abrazo saludar apoyar y sostener. Su palabra, sonrisa, saludo, hacían milagros, y regresaban a él cada vez que salía a la calle. Sabía bien que nadie es tan pobre que no puede dar, y que nadie tiene derecho de pedir lo que nunca dio.

Feliz sábado de dar y recibir.

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