Feliz domingo de manos vacías.
domingo, 10 de noviembre de 2024
Manos vacías
Le
sobraban los brazos con sus manos vacías. Ella no podía dar lo que
otros daban porque no tenía nada. Eso era por lo menos lo que
pensaba. Sus finanzas la apretaban tanto, que no sería prudente
arriesgar la seguridad de los suyos. Así que nada podía ofrecer a
los que tenía cerca. Aunque le gustaba caminar, saludar a los
vecinos y conversar con ellos. Incluso sentía que perdía mucho
tiempo conversando. No era consciente que su tiempo y sus
conversaciones era lo más valioso para ella y sus vecinos. Los días,
que por alguna razón, ella faltaba, ellos sentía un vacío.
Faltaban sus palabras sus ocurrencias y risas. Se daba cuenta ella
misma que sus manos vacías siempre podían saludar sostener y animar
a alguien y sus brazos no huían de dar un abrazo al que lo
necesitaba. Consciente de que si sus brazos y manos estarían llenos
de cosas no podría dar lo que daba. No te quejes de que no tienes
nada, aunque puede ser que necesitas mucho. Lo que tienes te basta y
sobra para estar cerca de los que quieres y amas.
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