Aceptación

Catalina ha vivido una vida llena de contratiempos. La experiencia le ha demostrado, que quejarse constantemente, aunque no le faltaban motivos, era una pérdida de energía. No solucionaba, ni cambiaba nada. Las cosas quedaban exactamente igual, aunque derramara un mar de lágrimas y encontrara a todos los culpables. Sabiendo eso ha empezado a practicar el arte de la aceptación, y cambiar su constante preocuparse en un simple ocuparse dentro de sus posibilidades de todas las casas que era posible mejorar, hacer o solucionar. Su aparente pereza en las quejar, y su poco entendida aceptación que para otros era resignación le permitían enfocarse en lo posible. Pues las cosas de todas maneras iban a llegar a su vida, y nada mejor que la encuentren buen viva y dispuesta de verlas de cerca y tomar sus decisiones. No pierdas tu energía en algo que no soluciona nada, aunque todos de vez en cuando necesitamos un desahogo.

Feliz martes de aceptación.