Las
conversaciones nos ayudan a conocer a los demás y los demás nos
conocen a nosotros. Nuestras palabras revelan y muestran mucho más
de lo que pensamos. No solo hablan a través de su sentido sino
también por su uso su frecuencia nivel de voz e entonación. Hablan
los silencios y las miradas. En algunas ocasiones el cuerpo dice todo
lo contrario de lo que intentan a decir las palabras. El cansancio,
el enfado, la tensión, se reflejan en lo que sale de nuestra boca.
Somos responsables por lo que decimos y responsables por cómo
reaccionamos a lo que nos dicen. Todos podemos dar más poder a las
palabras de nuestros interlocutores del que en realidad tienen. En la
conversación también es importante la capacidad de escucha y
empatía. Si entiendes al que te habla a lo mejor puedes entender por
qué te habla así. Si tienes dudas asegúrate de que te han
escuchado y te han entendido.
Feliz
domingo de buena conversación.
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