En mi salida con la bicicleta hay
una parte de camino que me encanta. Cada vez que llego a ella la
encuentro diferente. Siempre guarda escondido en sí algún misterio.
Es como una gran alegoría de la vida. Parece que todo oscurece como
cuando tenemos problemas y dificultades. Luego nos damos cuenta que
oscurece porque encima tenemos el techo de los árboles y las plantas
que nos cobija. Todo nos deja vislumbrar una luz al final de nuestro
camino, que es la solución hacia la cual siempre caminamos. Hay que
perseverar, ningún mal momento es tan largo que no lo podemos
transitar. Solo hay que mirar y tratar de ver en los obstáculos las
oportunidades y reconocer los verdaderos peligros y nuestros puntos
de apoyo y referencia que en cada momento nos permiten ubicarnos y no
tener impresión que andamos perdidos. Mira tus caminos y transita
con confianza.
Feliz
martes en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario