Cambios

Se puede ir lejos, pero es bueno tener la conciencia que uno tendrá que regresar. Menos que el allá queremos con el tiempo cambiar en el acá con todas las consecuencias. Todos desde que nacemos aprendemos el significado del cambio, de movimiento, de mudanza. Empezamos por abandonar el útero de nuestra madre y muchas veces terminamos cruzando las fronteras, los mares y océanos. Muchas veces nos cuesta mucho cada cambio, cada movimiento. No estamos preparados para muchas cosas, casi nunca sabemos lo que nos tocara dejar y lo que vamos a encontrar. Lo que al principio parece tan importante – hacer las maletas – resulta lo menos importante. Dejamos mucho más que cosas, que nuestras pertenencias, incluso mucho más que gente que queremos, dejamos fuentes, dejamos pozos, dejamos raíces que hasta ahora han alimentado nuestra existencia. Tenemos que aprender, el nuevo lugar y su gente, la nueva cultura, las nuevas costumbres. Aprendemos a echar raíces para alimentarse con savia nueva que nos enriquece y aunque no siempre lo queremos reconocer, nos cambia. Empezamos a tener nuevas experiencias que no son compartidas por otros y por eso nos resulta tan difícil explicarlas. Casi siempre corremos el peligro de ser acusados de traidores, simplemente por tener otra experiencia, que forma en nosotros otra perspectiva, otra mirada, otra visión. Es una hermosa aventura, porque mientras existe movimiento, existe tiempo y existe la vida. Vivámosla.

Feliz domingo de cambios.