No tuvo ni tiempo de ordenarlas. Las tenía amontonadas en todas las
partes de su vida. A donde iba solo encontraba más. Ya se volvía
complicado de moverse entre tantas dudas. No hacía nada para aclarar
aunque sea las más importantes, solo las admitía. Pensando que el
tiempo le podría ayudar pero el tiempo no hacía otra cosa que
pasar, mientras las dudas de hinchaban se pegaban unas con otras
aumentando cada vez más de tamaño. El efecto más inquietante de
tantas dudas fue su falta de paz. Cundo se pierde eso la vida se
vuelve cuesta arriba. Las relaciones de envenenan y muchas cosas que
antes nos gustaban tanto pierden el sabor. Las dudas en si son muy
deseables, porque nos permiten buscar las respuestas la seguridad y
la confianza, pero cuando se quedan sin enfrentarlas erosionan todo a
su alrededor. Busca respuestas a tus dudas acláralas y recupera la
paz.
Feliz
sábado con dudas.
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