jueves, 26 de mayo de 2022

La transformación

Sara guardaba sus penas en unos silencios bien cerrados. No los abría para que no se escapen. Cada cierto tiempo los revisaba para ver si se conservan intactas. Con las penas pasa lo mismo que con los pepinos. Se pueden transformar cambiando de sabor si les preparamos bien dejando que las cubra, la esperanza como salmuera. El resto es la cuestión del tiempo, condiciones adecuadas para que se ponga en marcha este proceso. Si no sometemos a las penas a él quedaran intactas, se pueden infectar de desesperación y tristeza. Las cosas que nos pesan se acumulan, las tenemos que transformar. A veces es la cuestión de elegir bien a la salmuera.

Feliz jueves de transformación.

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