Mucha
gente alrededor nuestra, mucha gente en nuestras redes sociales y por
qué la soledad tantas veces araña nuestras madrugas, dejándolas en
carne viva, sensibles, infectadas de tristeza. Puede ser, que cuesta
encontrar las amistades grandes, que marcaban nuestras vidas en otras
épocas, pero alrededor existen estas sinceras amistades pequeñas
que sazonan nuestra vida de cada día. Que a lo mejor no se
demuestran con gestos grandes, ni aparecen cuando esperamos y
pensamos que deberían aparecer. No sé, si son los cambios sociales,
o si hemos cambiado la confianza e intimidad de antes, por las
pantallas en las que publicamos todo, antes de contarlo a los amigos.
Los mensajes, las llamadas, nunca van a sustituir a las visitas,
cuando estas sean posibles. No cambiemos calidad por cantidad, usemos
la tecnología, pero no somos maquinas, nos falta la mirada, la voz,
el abrazo, el tacto, las risas, el tiempo, que somos capaces de
perder juntos.
Feliz
viernes de contactos de verdad.
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