domingo, 17 de septiembre de 2023

Perdón esférico

Había días y noches que olvidaba por completo que no se hablan, que el rencor los ha separado hace tiempo. Cuando olvidaba, recordaba los otros tiempos, las risas, las interminables conversaciones. En los recuerdos y en los sueños que no podía controlar, todo era diferente. Luego llegaba la cordura, algo de la cruda realidad y la distancia que se han impuesto. Cada parte tenía sus argumentos razonables que confirmaban que estaban en lo cierto. Hay ciertas cosas que no se olvidan, ni se perdonan. Lo primero es cierto, muchas veces incluso no se deben olvidar. Tenerlas presente como anuncio de peligro que siempre existe de repetición. Otra cosa muy distinta es la posibilidad e incluso necesidad de perdón. Si el perdonar tiene una capacidad sanadora que va en muchas direcciones y por perdonar, entre muchas cosas, entendemos a “recordar sin dolor”. Es cierto que la vida nos acerca y aleja por diferentes circunstancias, no podemos estar unidos a todos pero tampoco tenemos que estar separados y heridos. Hay casos donde la sana distancia es el mejor remedio para no hacerse más daño. No hay regla que sirva para todo, pero de todas maneras es mejor ir por la vida sembrando perdón que odio y división. A veces para recordar bien, hay que olvidar. No cargar tantos pesos por la vida, buscar armonía.

Feliz domingo de perdón esférico.

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