viernes, 15 de enero de 2021

Tratando de dejar huellas

Parece que se me fue un día sin que me di cuenta y pude dejar una huella de él. No es bueno vivir sin dejar huellas. Las únicas huellas que dejé eran mis pisadas sobre la nieve intentando mantener equilibrio cuando pisaba el hielo. Después de una espera frustrada de una ambulancia que me lleve a la sesión de diálisis, por fin llegó una. Con mucho adelanto del tiempo me agarró desprevenido y a partir de ahí todo eran prisas agitadas, hasta que me conectaron a la maquina de hemodiálisis. Ahí tuve más de 4 horas de calma, solo que mi presión después de las sesiones perdidas, se disparaba un poco. Es la historia del silencio de ayer que me recordaba que hay que saber esperar y además estar preparado. Que las cosas llegan cuando deberían llegar, solo que nosotros a veces nos distraemos. También comprobé que es más fácil, sencillo y hasta cómodo el papel de víctima en vez de protagonista. Así que con retraso uniendo los dos días quiero dejar la huella de la amistad y pedir una sonrisa que deshiele este mundo frío del norte y de más brillo al verano el sur.

Feliz viernes dejando huellas.

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