Buen equipaje

Tan ligero de equipaje, que su viaje parecía una irresponsabilidad. Nadie sale así sin prepararse, sin tomar las precauciones necesarias. Lo único que realmente tenía de lo que nunca se desprendía era el amor. Lo iba a poner por delante en cada encuentro, con los ojos y el corazón bien abiertos. No era ilusorio era consciente de rechazo que podía encontrar. Él era un desconocido un caminante. Solo tenía amor y el amor le daba la paz y la paz alimentaba su paciencia frente a rechazo incomprensión y adversidad. Dispuesto a sumar, con todo bien que encontraba. Todo lo demás solo podía ser una consecuencia. Hacer las cosas por amor y con amor, solo da sabor a la vida. Todo lo opuesto causa heridas que se infectan con el tiempo provocando desgarres y rupturas. Si algo vale la pena acumular para enseguida repartir es el amor. El dado y recibido el que siempre regresa enriquecido.

Feliz sábado de buen equipaje.