sábado, 24 de mayo de 2025

Desarmar palabras

A Magdalena le gustaba hablar con sus amigos. Su vida no era fácil. No se quejaba mucho afuera, pero lo guardaba todo dentro. El tiempo hinchaba muchos problemas de pasado, que no sabía superar. Estos ocupaban cada vez más espacio agriando todo su carácter que antes era siempre tan alegre. Armaba sus palabras con rencores y reproches. Se volvían tan pesadas como las culpas. Palabras pesadas y armadas hierren mucho y pueden causar mucho daño. Por eso muchos que antes querían estar con ella, ahora evitaban su compañía. Desarma tus palabras, haz de ellas herramientas de cerrajero y de carpintero, para abrir las puertas y construir los puentes.

Feliz sábado de desarmar palabras.

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