En este momento tan agitado le decían que debería hacer todo lo posible para sembrar la paz. Se preguntaba ¿qué responsabilidad podía tener ella si no ocupaba ningún puesto importante de poder? Otra cosa la gente influyente pero ¿ella? Claro mientras más responsabilidad y conciencia, más exigencia, más deber. Hoy día, todos recibimos mensajes que encienden, señalan, culpan a otros. A veces se refieren a hechos concretos por todos conocidos, y contienen su parte de verdad. Otras nos desde principio hasta el final falsos y buscan enfrentar, desprestigiar ridiculizar. ¿Qué hacemos con todo eso? ¿Permitimos que circulen más? ¿Nos preguntamos por su fin su utilidad su aporte a la paz? Este mundo ya tiene suficientes guerras. Ahora necesita la paz. Todo lo que lo promueve sea bienvenido. Todo lo que lo pone en peligro paremos, no sirvamos de difusores de las medias verdades y las mentiras. Seamos críticos pero ni criticones. Cada conflicto, cada guerra, empieza en el corazón de una persona que no tiene paz. No acepta a otros. Construye la paz con tus palabras con tus gestos y actitudes conscientes y responsables.
Feliz viernes de la paz

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