¿Quién diría?

 ¿Quién diría que va a ser así? En diciembre de año pasado empecé mis sesiones de hemodiálisis. Lleno de preguntas sobre el presente y el futuro. No sabía que voy a sentir, si podré trabajar, hasta qué grado cambiará mi vida, mis rutinas. El miércoles pasado he tenido la sesión número 100. Muchas horas, conectado a la máquina. Hoy sé, que son horas para la lectura que me enriquece, permite descansar, conocer más. Tiempo para reflexiones y profundización de muchos temas. Conocimiento de los compañeros y compañeras que están en la misma situación, conociendo sus experiencias, viendo como luchan, algunos sustos que pasamos todos, esperanzas que acariciamos cada día cuando nos despertamos. Nunca pensé, que esta experiencia podría ser tan enriquecedora, aunque puede ser difícil y pesada. Quién diría..., pero es así. 

Feliz viernes de descubrimiento.