Nidia tenía un agujero en el pecho, por él se le iba la vida y
los restos de amor, que antes de ayer fue para toda la vida. Pero eso
fue antes de ayer. Hoy un silencio sordo y todo con sabor salado a
lágrimas. Suspiros entrecortados mezclados con sollozos. Ya nada va
a ser igual sin... nada tiene sentido. Pasan días y el agujero en el
pecho no se cierra. Pero curiosamente cada vez salen menos cosas, se
agotó el repertorio de quejas y reproches de auto flagelaciones. Los
agujeros en el pecho tienen la extraña cualidad de que no solo dejan
salir las cosas que duelen, sino al mismo tiempo permiten ventilar e
iluminar lo que está por dentro. Cuando alguien te arranca pedazos
de Ti dejando un agujero. Vive el duelo, pero no olvides que por el
mismo agujero, si tú permites, te llegara la luz que te permitirá
ver las cosas de otra manera. Necesitas tiempo y calma.
Feliz jueves de calma.

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