Estoy ayudando preparar la leña para el invierno. Aquí sin
calefacción no se aguanta en los días cortos y noches largas de
invierno. Miro todo lo que hicimos y sé, que ninguna leña puede
calentar un corazón por dentro. La falta de calor humano, no se
puede paliar con ningún sistema de la calefacción artificial. Uno
necesita palabras y miradas cálidas, calor de un abrazo, de una
sonrisa, de un beso. Parece, que el hielo dentro de una persona
cerrada, que siempre está a la defensiva, es él más difícil de
derretir. Es difícil, pero no imposible.
Feliz Jueves de repartir el calor.

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