Ayer pasé el día remando. Una hermosa
jornada. Cada movimiento de remo impulsaba el kayak adelante. En
algunos momentos, relajados descansando nos dejamos llevar por la
corriente, que lentamente nos llevaba hacia nuestro destino. Incluso
en estos momentos, tuvimos que corregir un poco la dirección. A
veces en la vida nos falta el remo, pero siempre, si miramos bien,
tenemos algo en que apoyarnos e impulsar, sin olvidar que siempre hay
que corregir la dirección, incluso cuando estamos descansando. Las
corrientes de la vida nos pueden llevar a la orilla no deseada. La
mitad de viaje hicimos contra corriente, aunque exige más
esfuerzo, también se puede avanzar.
Feliz Sábado de buenos impulsos.

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