A Elizabeth la vida se le
escondía detrás de los problemas y de un montón de dudas. Nada era
tan claro como le gustaría. Las gentes que la rodeaban, en vez de
aclarar, oscurecían y complicaban cosas que parecían claras y
simples. Solo había una cosa que le ayudaba ver más allá de los
problemas y más allá de las personas y sus limitaciones – su fe.
Lo descubría a diario en cosas simples, que su fe le ayuda vencer su
miopía espiritual. Gracias a ella podía ver no solo la superficie
de los problemas, sino las semillas de las soluciones enseñanzas y
experiencias que llevaban dentro. No solo a las personas, sino
también a sus potenciales. La fe permite llegar a descubrir la
bondad y la riqueza, encontrar alrededor de cada uno cada una piedras
preciosas que hay que trabajar pulir para sacarle la belleza
escondida. Trata de vencer a finales de este año tu miopía miedosa
con la fe en lo que la vida que trae que puede ser bueno y mejor, si
haces el esfuerzo de buscar y descubrir.
Feliz miércoles de fe contra
la miopía.
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