Andrea como todos tenía sus sueños y sus problemas. La vida para ella a veces se parecía a las olas del mar. Algunas veces saltaba y se mantenía a flote, otras se hundía irremediablemente. Lo que en unos momentos le servía de apoyo en otros se convertía en un peso exagerado que impedía el movimiento. Todo dependía de la posición que tomaba frente a cosas que se venían hacia ella. Así como podemos prepararnos para que no nos cubran las olas y aprovechas la fuerza de agua para salir a flote, así podemos hacer con olas de los problemas, que siempre nos empujan y ayudan a ver las cosas de otro ángulo, valorar más. Posiciónate bien, se atenta/atento frente a lo que viene para que no te agarre por sorpresa. Apóyate en lo que has vivido y lo que está sólido. La experiencia te permite quitar miedo a la novedad y a lo que puede suceder.
Feliz jueves de saltar olas.
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