jueves, 10 de diciembre de 2020

Urgen filtros

 Teresa se comunicaba con todo el mundo. Desde que en su pueblo había señal de internet se convirtió en ciudadana del mundo a su casa por la pantalla entraban mundos nuevos. Cocinaba platos hasta ahora desconocidos para ella, leía libros escuchaba música que hasta hace poco llamaría exóticas pero ya eran tan suyas como sus babuchas. Se apuntaba a todos grupos y foros. Sus amistades crecían como la levadura en la masa. Hasta que un día se dio cuenta que todo lo que aparece en su pantalla lo que le transmiten y pidan que trasmita a los demás supera su control comprensión y seguridad de lo cierto. Entonces tuvo que buscar algunos filtros para no caer en redes de bulos de desinformación o exaltación ideológica. Tomo los típicos “filtros de Sócrates” antes de publicar algo se preguntaba: ¿es verdad?, ¿es bueno?, ¿es útil? Si las cosas no respondían a las tres preguntas simplemente las borraba rompiendo la cadena del mal y no difundiendo lo que puede hacer daño a los desesperados y asustados. No somos responsables de lo que llega a nosotros, pero si somos responsables de lo que pasa a través de nosotros.

Feliz jueves de filtros.

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