Siempre quiso abrazar todo lo que le pertenecía. Sus
brazos eran demasiado cortos para abrazar todo, apenas alcanzaba
abrazar una pequeña parte. Al parecer la mayor parte se le escapaba,
lo que la entristecía mucho. Una abuela muy sabia le dijo; “no te
pongas triste, más bien ponte alegre. Si abrazas todas las cosas,
toda la felicidad, la vas a esclavizar y tener en un solo lugar. Al
dejar una parte libre, tu felicidad está en todas las partes, bien
esparcida. Nunca te puedes alejar de ella demasiado lejos, para no
poder alcanzarla. Lo que amas, los que amas dejalos libres y siempre
estarán ahí donde deberían estar. Amor nunca significa posesión,
siempre es presencia y entrega”.
Feliz Viernes de Liberación.

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