Los
años de golpes y problemas han creado alrededor de ella una coraza
impenetrable. Sentía que eso le da un poco de seguridad. Por lo
menos evita nuevas y dolorosas heridas. No tenía intención de
alejarse de la gente, pero tantas desilusiones, tantos golpes, la
hacían cada ves más inaccesible.
Unas veces la coraza crece desde fuera y otras crece desde dentro.
Siempre para proteger, formando una barrera. No importa su grosor,
siempre dentro hay una persona, muy sensible, muy vulnerable, muchas
veces sola con sus miedos. Hay diferentes formas, tipos de coraza, la
de frialdad, la de aparente indiferencia, la de silencio y lejanía,
la de muchas risas y ruidos, la de trabajo sin fin, la de alcohol y
otras drogas, la de
eternas ausencias. Busca la vida sensible debajo de
tu
propia coraza y debajo
de la de los demás.
Feliz
miércoles de quitar corazas.

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