martes, 14 de noviembre de 2017

Igualdad imposible

Su ideal era la igualdad. Un ideal tan loable como imposible. Lo que pasa que por fuera podemos llegar a ser iguales en recursos posibilidades y condiciones, pero por dentro no lo seremos. Cada uno de nosotros ve y siente las cosas de otra manera. Aprovechamos o desaprovechamos los recursos a nuestro alcance. La igualdad deseada se puede convertir en el inicio de una desigualdad provocada. Podemos controlar dirigir y organizar todo lo referente a la economía, pero no lo referente a los ánimos, disponibilidades, iniciativas y creatividades de las personas. Sería mejor pensar en la equidad, en la participación y contribución. En algo que no se cuantifica pero se valora y aprecia, como parte de un todo en el que todos participamos, al que todos aportamos. Es la participación que nos ayuda sentirse importantes, tomados en cuenta. No la competitividad sin fin, haciendo cuentas quién más y quién menos. Si tengo lo que necesito, comparto con los que quiero y hago lo que me gusta, puedo ser feliz. 

Feliz martes de compartir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario