En estas cosas de la vida y del amor hay que aprender muchas cosas y a lo largo de toda la vida. No hay recetas echas ni soluciones prefabricadas. Todo el tiempo tenemos el contacto con lo bueno y lo malo que hay en nosotros y en otras personas, lo positivo y lo negativo. Aquí el secreto es elegir, dar visibilidad e importancia, cuando las cosas valen para construir vínculos más estrechos y profundos y quitarle la importancia si no sirven si debilitan. Al parecer todas las cosas siempre están ahí, somos nosotros los responsables de enfocar nuestra atención y nuestra mirada. Existen los especialistas que siempre y solo ven lo malo, así perciben el mundo y a la gente, hay otros que no se dejan arrastrar por lo malo, que evidentemente existe, y viven y disfrutan lo bueno. A veces la vida parece ser a la carta y cada uno tiene que ser responsable por lo que elije. La cercanía de las cosas contrarias, la cercanía del bien y del mal, de felicidad y el sufrimiento, de la alegría y la tristeza, de la verdad y las mentiras, dificulta las cosas, por eso hay que mirar y discernir con cuidado, pues nuestros si y no, así como cada paso en cualquier dirección, tienen sus consecuencias. Que siempre las tengan conduciéndonos hacia la felicidad.
Feliz sábado de aprender.

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