Habitualmente no somos tan flexibles como nos gustaría, y no se trata solamente de nuestro cuerpo, sino también de nuestro espíritu de nuestras capacidades. A veces la vida nos pone en frente de las oportunidades de expandir nuestras capacidades. Si no confiamos en nuestras capacidades y en la posibilidad de ir más lejos de lo que nos hemos imaginado. Corremos el peligro de no solo perder la oportunidad, sino de ir en otra dirección. No solo no expandiendo, sino atrofiando los talentos, las capacidades. En el camino de la vida viendo la sucesión de los acontecimientos de la vida, nos damos cuenta de que si no nos dejamos paralizar y detener por el miedo, una cosa nos llevaba a la otra, y lo que en un momento parecía imposible insuperable, luego resultaba ser habitual y totalmente asimilable. La vida, Dios nos capacita siempre y cuando nos dejamos a capacitar.
Feliz lunes de expansión.

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