A veces nos llega la pregunta: ¿qué nos hace falta? ¿Qué necesitamos
para poder vivir bien con los demás? La respuesta no es sencilla y puede ir
dirigida en diferentes direcciones abarcado los diferentes aspectos de la vida
comunitaria y familiar. Una de las cosas que parece fundamental en esa
convivencia es la comodidad. Claro no es fácil ponerse de acuerdo lo que
significa para cada persona en su momento concreto en la vida, pero dialogando
se puede llegar a muchos consensos que respeten tiempos y espacios de cada
persona. Ayuda mucho a descubrir, que la palabra comodidad es una palabra
compuesta: como – di – dad. Ese es el misterio. Hay ser generoso y dar lo que
recibimos, la reciprocidad la corresponsabilidad están en la base de la feliz
convivencia. Agradecidos por lo que recibimos de Dios y dando lo que somos y
tenemos. Tratemos de hacer todo lo posible para que podamos a vivir la
como-di-dad y en la comodidad.
Feliz domingo de la comodidad.

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